Me encanta este Bálsamo de Lavanda y Romero, siempre tengo uno al lado de mi cama. Muchas noches me doy un masaje en los pies y gemelos antes de acostarme. La lavanda me relaja y el romero me ayuda con la circulación. A veces lo pongo en las sienes para aliviar el dolor si me duele la cabeza.

Este fue uno de nuestros primeros productos, y al principio, experimentando con la dureza de la cera de abeja, el bálsamo salía demasiado duro. Decía a los clientes que, si estaba demasiado duro, podían sacarlo con la uña, y luego se derrite igual en la piel.

Puede pasar con cualquiera de nuestros productos que tienen cera de abeja: bálsamos, cremas, desodorantes, bálsamos labiales, perfumes que varían la textura y dureza. Esto es porque cada lote de la cera de abeja natural que utilizamos en la elaboración es distinto. Las abejas, la lluvia, las flores son diferentes así que la dureza o color de la cera nunca es exactamente igual.

Este bálsamo me da tanto confort que cuando estaba haciendo el examen de conducir, en el coche para sacar mi carnet español, lo puse en mis muñecas para que la lavanda me calmase. ¡Aprobé!

A mi hija también le encantaba un masaje en las manos o pies con este bálsamo esas noches que no podía dormir.