Todos los años cuando acaba el mes de agosto me pregunto: ¿Volver a las rutinas es tan malo como mucha gente dice? ¿O es quizá volver a la rutina lo que no queremos?
Y es cierto que tras un año de trabajo diario, de responsabilidades tanto en casa como fuera de ella, de cumplir rigurosamente unos horarios para todo y todos los días; necesitamos en algún momento romper y dejar esas rutinas de lado.
Pero, ¿por cuánto tiempo es bueno salir de la rutina diaria? ¿Qué ressponderías tú a eso?
Si estás leyendo este post en un momento donde te encuentres cansada o cansado de hacer todos los días lo mismo, o si aún sigues trabajando y no has podido irte unos días de vacaciones, es probable que tu respuesta sea: ¡Yo podría estar de vacaciones siempre! U ¡No quiero tener horarios nunca más! ¡Odio volver a las rutinas!
Tal vez te ocurra el caso contrario, estés terminando tus vacaciones y tu cabeza ya esté pensando en “tú vuelta al cole”. O quizás estés en el punto de que llevas tantos días sin tener una rutina que tu cuerpo te está pidiendo a gritos que retomes de nuevo esos horarios y costumbres que ayudan a mantenerlo en equilibrio.
Sea cual sea tu caso, te entiendo.
Creo que todos hemos pasado por esos momentos a lo largo de todo el año y todos hemos sentido esas mismas sensaciones. Pero hay una cosa de la que me he dado cuenta y quiero compartirla contigo: las rutinas son necesarias.
En estas alturas del verano, donde Septiembre está recién comenzado, yo personalmente siento que ya he fluido lo suficiente con esta estación y que necesito volver a retomar mis rutinas. Una cosa que he aprendido es aceptar que cada estación tiene sus cosas buenas y si el verano no me permite hacer lo que estoy acostumbrada a hacer durante el resto del año, lo acepto y hago las cosas que sí me permite: tener más vida social, no tener horarios, disfrutar del tiempo en familia, poder bañarme en la playa,…
“Odio la monotonía pero necesito las rutinas”
Esta es una afirmación que me encanta y que se identifica conmigo.
Las rutinas te ayudan a conseguir un hábito. Dependiendo de cómo sean tus rutinas, esos hábitos serán buenos o no.
Por ejemplo, si yo tengo por costumbre ver el móvil justo antes de irme a dormir, es probable que me cueste conciliar el sueño y que no descanse correctamente. Sin embargo, si me he propuesto no usar ningún dispositivo electrónico al menos una hora antes de irme a la cama, adquiriré un buen hábito y conciliaré el sueño muchísimo antes y mejor.
Hoy me gustaría contarte cuáles son mis rutinas diarias.
La mayor parte de mis rutinas diarias están basadas en el mundo ayurveda. Por si no sabes lo que es, el ayurveda es la medicina holística más antigua que se conoce. Sus orígenes están en la India hace más de 5000 años. Ayurveda es una palabra en sánscrito que significa “ayur” vida y “veda” saber. Se puede traducir entonces como que el Ayurveda es la ciencia de la vida.
Teniendo muy presentes los principios de esta ciencia milenaria, lo que hago todos los días en líneas generales es:
- Dormir pronto, lo más pronto que puedo. Antes de las 22:00 h seguro que estoy en la cama, pero si puedo a las 21:00, mejor.
- Levantarme pronto, antes de que salga el sol. Entre las 2:00 y las 6:00 de la mañana nuestro cuerpo se encuentra bajo la energía de “vata”. Vata es aire y éter, es ligero, es movimiento. Por lo tanto, si te levantas entre esas horas, tu cuerpo se encontrará más ligero a lo largo de todo el día.
- Comer alimentos llenos de energía: “Si quieres vida, come cosas vivas” ¿Qué alimentos son éstos? Los alimentos cargados de energía del sol: frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales, semillas,… Alimentos que reciban la energía del sol directamente. No soy vegetariana pero es cierto que he reducido el consumo de carne y me encuentro mejor. Me encuentro más viva.
- Cenar pronto o no cenar: Es muy importante irse a la cama con la digestión hecha para que tu cuerpo no pierda energía durante la noche en hacer la digestión y la dedique al descanso y a la renovación celular. Cada vez que hago esto me levanto llena de energía al día siguiente.
Estas cuatro cosas las tengo muy presentes en mí día a día. Digamos que son los pilares esenciales para que mi día (y mi vida) esté en equilibrio.
Tengo también otros hábitos que he ido incorporando poco a poco y que ya forman parte de mi rutina diaria:
- Limpiar las toxinas en mi cuerpo: El ayurveda presta mucha atención a la eliminación de toxinas en nuestro cuerpo y en nuestra mente. Y nos habla de una serie de rutinas diarias que ayudan a eliminarlas. Nada más levantarme lo que siempre hago es:
- Me siento en el wc y elimino todas las toxinas generadas durante la noche.
- Lavado de dientes.
- Raspado de lengua: En la lengua empieza la digestión. Con un raspador de lengua (si no tienes uno, el de cobre es el mejor) elimino las toxinas que hay en ella y me enjuago con agua o con aceite de sésamo, conocido como oil pulling. Cuando utilizo el aceite de sésamo me enjuago durante 10 minutos.
- Hago un lavado nasal: Para ello utilizo un Lota con agua tibia y un poquito de sal marina.
- Lavo mi cara con agua fría.
- Bebo un vasito de agua tibia con unas gotas de limón natural. Así le doy los buenos días a mi estómago, eliminando los residuos que hay en él.
- Exfolio en seco con lufa, me ducho con un jabón lo más natural posible y me hidrato la piel con crema. En mi caso (como no podía ser de otra forma 🙂 estoy utilizando ahora el jabón natural de aloe vera y crema natural de aloe vera de Naturalmente Mediterraneo.
- Limpiar las toxinas de mi mente: No hay mejor forma para mí que mediante la meditación y el yoga.
- Mover la energía de mi cuerpo: Intento todos los días hacer algo de deporte, aunque sea poco: caminar, bailar, correr, bici, yoga,… Algo que permita aumentar mis pulsaciones y que la energía de mi cuerpo se mueva.
¡Qué ganas de volver a retomar todas esas rutinas!
Quizás puedan parecer que son muchas cosas para hacer todos los días, pero no es así. La clave para mí ha sido en ir incorporando rutinas poquito a poquito, ya que sino lo más fácil será procrastinar.
Créeme que yo entiendo mucho de esa palabra. La procrastinación, la pereza, el no ser constante,.. Todo eso me es muy familiar. A mí me ha costado mucho incorporar unos hábitos y rutinas en mi vida. Soy una persona que le gusta el cambio, no me gusta hacer siempre lo mismo. Nuevos proyectos, nuevas ideas siempre están rondando en mi cabeza. Ahora tengo que reconocer que volver a las rutinas, el ser paciente y constante me ha ayudado a ordenar mi vida y a sentirme mucho mejor.
Y tú, ¿sigues algún tipo de rutinas en tu día a día? ¿Sientes que ahora es el momento de volver a retomarlas?
Nos encantará leer tu experiencia en este tema.
Cuéntanos en comentarios.
2 comentarios en “VOLVER A LAS RUTINAS”
Eso es¡¡ Odio la monotonía ,pero necesito la rutina.
Mil gracias por compartir 🙂
Lo mejor de todo:”Sólo” depende de tí¡
Muchas Gracias!